Por Prakash Sinha – 10 de diciembre de 2020
Pensé que habíamos escuchado el fin de los problemas de disponibilidad el año pasado (fíjate en mi blog del año pasado). Después de todo, la confiabilidad y tener suficiente potencia de procesamiento para mantener las aplicaciones disponibles en caso de fallas es uno de los grandes beneficios de migrar a la nube o desarrollar aplicaciones de forma nativa en la nube.
Pero, NO. Este año, la interrupción de los servicios en la web de Amazon superó todo lo que habíamos visto antes; muchos servicios, como Roku, Vonage, Adobe, Washington Post, Flickr, Autodesk, por nombrar solo algunos, sufrieron el impacto durante más de 8 horas. Dicha interrupción del servicio a menudo conduce a una mala experiencia del cliente, y los atacantes y hackers lo saben y utilizan un amplio conjunto de técnicas para causar daño. ¿Se ralentizará el paso a la nube con esta interrupción? En resumen, NO. Pero, para protegerse, las organizaciones estarán más dispuestas a no poner todos los huevos en una misma canasta de proveedores.
Habiendo dicho esto, estas son mis predicciones para 2021:
Empuje continuo a la nube
Las organizaciones evaluarán las opciones de múltiples proveedores y múltiples nubes para protegerse contra interrupciones en sus principales proveedores de nube;
las aplicaciones comerciales que impactan en los ingresos se alojarán en múltiples proveedores, y las empresas requerirán acuerdos de nivel de servicio y demandarán soluciones de alta disponibilidad;
la fácil disponibilidad de herramientas sofisticadas de los hackers y bots obligará a muchos a pagar por mantener los ataques de denegación de servicio fuera de las redes privadas corporativas/virtuales;
habrá más voluntad de invertir en capacitación para abordar problemas como el phishing y la ingeniería social que desempeñan un papel importante en las fallas humanas.
Más trabajadores remotos
Se harán inversiones adicionales en soluciones para mejorar la experiencia del usuario final mediante la incorporación de optimizaciones de almacenamiento en caché, compresión, WAN y servidores frontales;
se irá hacia un entorno de confianza cero para garantizar que solo los usuarios adecuados, autorizados y auténticos, accedan a las aplicaciones;
habrá una mayor implementación de autenticación de múltiples factores, inicio de sesión único, autenticación de cliente, eliminación de cifrados inseguros y cambio a TLS 1.3;
Los ataques de raspado y de bots a las aplicaciones seguirán en aumento
Las organizaciones evaluarán e invertirán en mejores tecnologías de mitigación de seguridad, incluidas la protección contra bots, seguridad de las APIs, seguridad de las aplicaciones, y tecnologías de prevención de fuga de datos;
Inversión adicional en visibilidad y herramientas forenses en la nube para obtener visibilidad procesable para la gestión, monitoreo, auditoría, cumplimiento, análisis forense y resolución de problemas.
Falta continua de experiencia en redes y seguridad de múltiples nubes
La falta de la experiencia necesaria obligará a una mayor automatización de la configuración para implementar redes corporativas y políticas de seguridad, ahora en múltiples entornos de nube;
surgirán herramientas de automatización y coordinación mejoradas para ayudar a implementar la escalabilidad de las aplicaciones, el monitoreo, la seguridad y las construcciones de optimización en múltiples nubes;
muchos proveedores de servicios gestionados (MSPs) con experiencia en múltiples nubes ofrecerán sus servicios a los clientes que estén dispuestos a pagarles.
El costo de las implementaciones en la nube volverá a convertirse en una preocupación
Ahora que el modelo de precios medidos y de pago por uso ha generado algunos impactos de precios para las organizaciones que se vieron obligadas a pasar a la implementación solo en la nube debido a la pandemia, seguramente buscarán reducir el costo de los procesos y las licencias;
los modelos BYOL (traiga su propia licencia) elásticos y flexibles en entornos de múltiples nubes ganarán el favor de los MSPs y de las grandes organizaciones;
los costos de operar en la nube aumentarán aún más a medida que los clientes paguen por la seguridad y la visibilidad, además de que deberán computar las workloads.
La pandemia de COVID-19 ha acelerado el cronograma de transición a la nube para muchas organizaciones. Sin embargo, las interrupciones en muchos de los mayores proveedores de servicios en la nube y los recientes ataques de hackers y de pedido de rescate destacan los desafíos de disponibilidad, escalabilidad y seguridad que deben abordarse para mantener seguros y disponibles tanto los datos de los clientes como de las empresas.
Nota: Una versión de este artículo apareció originalmente en VMBlog.com.
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